PRÓXIMAMENTE 

ESTAMOS TRABAJANDO EN ELLO

No obstante, le advertimos que no será un programa al uso. No nos arrogamos tener la mejor solución en nuestras manos. Serán propuestas para el debate, para el diálogo desde el respeto con la intención de llegar a consensos para lograr el fin del partido.

 

No se trata de vencer sino de convencer. Escuchar a todos y buscar el consenso para convivir. 

 

El objetivo es proponer actuaciones políticas para fortalecer una clase media bien informada. Giramos entorno a la idea de Aristóteles que, ya en los orígenes de la democracia en el siglo IV a.C., defendía la clase media para controlar los desmanes de los más ricos y servir de aliciente a los más rezagados. Generar una campana de Gauss socioeconómica que dé estabilidad y calidad de vida sostenible.

Programa, ¿para qué? Es el fin de los partidos políticos.

Pudiera parecer otro libro de Francis Fukuyama pero efectivamente creemos que es el fin de los partidos políticos tradicionales.                 Ya no vale el «programa, programa, programa» que otrora machacaba Julio Anguita. No tuvo resultado entonces para aquel partido y parece que tuviera menos sentido ahora en la actual coyuntura en la que un “puedo prometer y prometo” de Adolfo Suárez queda totalmente jocoso en boca de cualquier político actual.

 

Ya se han terminado los partidos políticos. Ya no hay nada que proponer, o dicho de otra forma, se puede proponer cualquier cosa porque da igual.  Los partidos ya no podrán cumplir sus programas políticos. No es que antes los cumplieran, era cuestión de no querer, pero ahora será un no poder. Siempre ha sido cuestión de deseo, de voluntad.

 

Pero esta situación no altera un cupo fijo de votantes. Como decía Donald Trump << Tengo a la gente más leal, ¿Alguna vez habéis visto algo así? Podría pararme en mitad de la Quinta Avenida y disparar a gente y no perdería votantes >>.

 

Así pues, los actuales partidos podrán decir todo tipo de barbaridades en campaña. No tendrán freno. Saben que no habrá mayorías absolutas y tendrán que pactar. Tendrán excusa para el baile. Podrán desdecirse de sus compromisos en olor a los pactos. "Donde dije digo, digo Diego".  Parte de la población elegirá los discursos más extremos por ser más claros, de menos tacha. ¿Hacia dónde nos lleva esto?

 

Los que ahora cargan las tintas y crispan mañana se irán de cañas, pero al ciudadano no le quitarán el poso de cabreo o furia al que irresponsablemente le han dirigido. ¿Y qué pasará? ¿A qué escenario nos dirigimos?

 

El eterno bloqueo institucional amenaza, cuando no una deriva más bélica, por eso tiene sentido votar Consenso.

 

<< Basta: se avecina un tiempo

     en que la política tendrá

     un significado diferente >>

 

     Friedrich Nietzsche

<< Lo que nos interesa es que la gran pregunta histórica y social... ¿Cómo pudo suceder?... conserve todo su peso, toda su espantosa desnudez y todo su horror.>> 

Gershom Scholem oponiendose a la ejecución de Eichmann

 

No vamos a pelear por el voto de ningún partido político. Queremos llegar a la gente que no ejerce su derecho de voto, más o menos un tercio de la población en expectativa. Queremos que tengan peso ante el colapso institucional previsible y garantizar el consenso. Si usted no quiere votar “a ninguno de los anteriores” esta es nuestra oferta.

Queremos convencer mejor que vencer. Se trata de convivir, de vivir con los otros. Cuanto menos 'conllevar', según decía Ortega.

Los efectos de la política actual van por derroteros que se alejan de esta idea.

Ya nadie pega carteles, perdiendo la magia del compromiso, ahora lo llevan todo empresas de marketing.

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